viernes, 31 de octubre de 2014

¡¡ Asturias, patria querida !!

Esta entrada se la queremos dedicar a Pepe, padre de nuestra anfitriona. Gracias por recibirnos a nuestra llegada y por enseñarnos tu pueblo con tanta amabilidad. Eres una gran persona y estamos muy contentos de haberte conocido. Un abrazo.
                                             

La última vez que escribimos sobre nuestras vacaciones veraniegas, lo dejemos en León -pincha aquí si quieres leer la entrada-, yendo de camino a visitar a unos amigos asturianos. Aprovechando sus vacaciones veraniegas en Asturias, decidimos ir a verlos unos días y que nos enseñaran lo maravillosa que es su tierra -nada como tener de guía a alguien autóctono para conocer más a fondo la zona, sus costumbres, sus gentes y su gastronomía-. Y de todo eso hubo en los dos días que estuvimos con ellos.


Candás era nuestro destino, pueblo costero muy cercano a Gijón. Desde León, si quieres evitar pagar peajes tienes que tirar por el Puerto de Pajares -has de tomar la N-630-. Nosotros no lo hicimos porque queríamos llegar pronto, por eso tomamos la autopista AP-66, la cual se coge en el mismo León y llega hasta Campomanes ya en Asturias, 1h después. Recordamos hace muchos años pasar el Puerto de Pajares, y como todo puerto, curvas por doquier. Seguro que yendo tranquilo es una opción bonita, pero el ahorro no creemos que sea demasiado, ya que hay que sumar el gasto extra en gasolina que supone subir un puerto de montaña para una AC. Es decir, que los 8 € que nos costó el peaje estaban más que amortizados. Además, la AP-66 también es una ruta muy bonita al tener que atravesar la Cordillera Cantábrica de igual forma, con muchos áreas de parada para ver los magníficos paisajes que se pasan y mucho más rápida. Como hemos dicho, en Campomanes termina la AP-66 y ya es todo autovía hasta Gijón. Si quieres más detalle de la ruta seguida, consulta el mapa de ruta de esos días:



Total de la ruta: 155 km.

Bruno casi no se enteró en todo el camino.

Sobre las una llegamos a Candás, y nos fuimos directos al área recreativa del pueblo como nos había dicho Rebeca (ver en mapa de la ruta).


El sitio resultó ser ideal para pasar la mañana mientras esperábamos a nuestros amigos. Mientras mami preparaba la comida, Bruno y papá se divirtieron corriendo de aquí para allá, subiéndose a los columpios, tirando piedras al arroyo que había al lado y hasta buscando un gallo que se oía cacarear por ahí.




El área dispone incluso de barbacoas, utilizables todo el año. Además, está muy bien cuidado y limpio. Perfecto para pasar un día de picnic persiguiendo palomas.


Incluso nos dio tiempo a descansar antes de que llegaran Rebeca y Víctor con los peques. Dejamos la AC donde estaba y con las mismas tiramos para el centro del pueblo. Los hijos de nuestros amigos estaban superemocionados por la visita de Bruno, y éste, creemos que no entendía muy bien qué hacíamos allí, pero estaba igual de emocionado.


Candás es un pueblo típico costero, construido alrededor de su puerto pesquero, venida a menos su actividad pesquera como nos contaron. Aún así, por las fechas que eran, estaba muy animado y había un ambientazo en las calles increíble.

Con los niños y el gran Pepe a quien va dedicada esta entrada.

Futuros usuarios de la biblioteca de Candás.

Los mayores pudimos disfrutar de un agradable paseo e incluso de un concierto. Los peques, se conformaron con algo de chuches y una visita a Bob Esponja.


El ajetreado día terminó cenando en la sidrería Nordeste (ver mapa de la ruta) situada en la calle más animada de bares del pueblo. Lo mejor, a parte de la sidrina, fueron los tortos y los cachopines -literalmente, estamos salivando nada más recordarlos-. Para quien no sepa lo que son -nosotros nos enteramos ese día-, los tortos son típicos asturianos y son tortillas de harina de maíz fritas, las cuales se untan con una gran variedad de salsas y acompañamientos -los más típicos con chorizo y huevo-.


Los cachopines, de cecina y cabrales los que nos comimos, son un cachopo pequeñito; porque un cachopo puede ser muy grande. Cuando los vimos, nos acordamos de este vídeo, y de lo que salivamos viéndolo.



Todo estaba espectacular, pero hay que decir que lo mejor fue la compañía, como no.

La noche terminó mudando la AC de sitio, ya que en el área recreativa estamos un poco solos. Preguntamos a un policía local si había algún problema en pasar la noche en el puerto y nos dijo que no lo había. Nos colocamos alejados del bullicio y dormimos cerca de otras 2 AC´s la mar de a gusto. Solo queremos resaltar que a veces nos critican a las autocaravanistas y con razón. Uno de nuestros "vecinos" te tiró con un generador encendido hasta las 2 de mañana. Menos mal que somos de sueño fácil, pero eso no son formas y más sabiendo que había otras AC´s cerca. Luego no nos quieren en los sitios...

El siguiente día empezó con un amanecer espectacular.

Una foto publicada por Juan Luis Dueñas (@juanluisdufer) el

Pero si quieres saber cómo conseguimos esa foto, tendrás que esperar a que nos dé tiempo a preparar la siguiente publicación. ¡¡Hasta entonces!!

                                             

Si quieres leer la siguiente entrada del viaje pincha aquí.

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