Lección de geología en la ermita de la Virgen de la Sierra de Cabra

El pueblo de Cabra, puerta de entrada oeste al Parque Natural de las Sierras Subbéticas cordobés, es hoy nuestro protagonista. Una de las localidades referentes del sur de Córdoba, resultó ser un ciudad agradable de pasear, amiga de los autocaravanistas y con un patrimonio monumental y geológico digno de ser envidiado por cualquier oficina de turismo, entre el que se encuentra la ermita de la Virgen de la Sierra y sus alrededores, balcón privilegiado de estos montes.

Acompáñanos en este recordatorio de nuestros últimos días de viaje conociendo las Sierras Subbéticas, el cual hicimos el año pasado y que complementa la visita que hicimos a Priego de Córdoba y a Zuheros.

Como siempre, aquí te dejamos el mapa con la ruta seguida y con los puntos de interés que te vamos comentando para que puedas localizarlos con más facilidad:

Total de km del 3º y 4º día: 350 km. Total acumulado de la ruta: 650km.

Después de Zuheros y de aprovechar la mañana para recorrer en bicicleta un tramo de la Vía Verde del Tren del Aceite -en esta entrada damos más información sobre esta bonita vía verde-, decidimos acercarnos a conocer el pueblo de Cabra. Sabíamos que no tendríamos problema para dormir ya que cuenta con área de autocaravanas, así que nos relajamos y decidimos antes ir a visitar la zona de la ermita de la Virgen de la Sierra y comer por allí. Y fue un acierto, por el enclave, por el picnic que nos marcamos y por poder descubrir y admirar la geología de la zona, que tiene su mérito -el Parque Natural a su vez fue declarado Geoparque en 2006 o lo que es lo mismo zona de gran interés geológico; si quieres más información de primera mano no dejes de visitar el cercano Centro de Visitantes de Santa Rita, punto de información oficial del parque-. En este viaje descubrimos qué es un lapiaz y un polje, primera lección de geología del pequeño Bruno.

La ermita se encuentra en la cima del Picacho de la Sierra de Cabra, a 1200 m. de altitud dentro del Parque Natural, por lo que las vistas que se disfrutan desde allí son "de olé". La subida es fácil, por carretera asfaltada, y durante la ascensión el terreno se hace muy agreste, conformando lo que se denomina el Lapiaz de los Lanchares. A ambos lados de la carretera el suelo se hace muy rocoso, casi sin vegetación debido a la falta de suelo por ser estos terrenos calizos. Un paisaje kárstico en todo regla; uno más de los muchos que se pueden disfrutar en Andalucía y prueba fehaciente de que el Mar de Tethys inundó hace muchos muchos años estas tierras.

Típicas formaciones calizas de la zona.

Quienes andan por aquí a sus anchas son las ovejas y las cabras.

Aparcar en la ermita es fácil a ambos lados de la carretera de acceso. El lugar está pensado para pasar un día de campo, con merenderos -ver mapa de la ruta-, zonas arboladas, miradores y alguna que otra rutita por si quieres estirar las piernas. Nosotros aprovechamos todo lo que se nos ofrecía.

Es difícil encontrar un sitio sin pendiente, pero para comer fuera no hay problema.

A la sombra del pinus telefonicus, especie endémica de todos los sitios elevados.

A parte de su interés religioso, el lugar tiene su encanto al considerarse el "Balcón de Andalucía" por las vistas tan espectaculares que se tienen al encontrarse prácticamente en el centro de la Comunidad Autónoma y poder ver desde un mismo punto lugares tan alejados como Sierra Morena al norte, la Cuenca del Guadalquivir al este y oeste y la Cordillera Bética al sur con Sierra Nevada como punto más elevado.

Vistas al sur desde el Balcón de Andalucía -ver mapa de la ruta-.

A parte de este bonito mirador, no dejes de ir también a disfrutar de las vistas del mirador del Polje de la Nava la Cabra.

Polje de la Nava de la Cabra.

¿Y qué es un polje? La llanura que se observa en la foto anterior es parte de este paisaje kárstico. Se trata de una gran depresión llana rodeada de montañas de roca caliza. Debido a la facilidad con la que se disuelven estas rocas por efecto de la lluvia, las arcillas que contienen tienden a desprenderse y a acumularse en las partes más bajas, generándose una llanura impermeable que favorece el estancamiento de las aguas y el desarrollo de dicha depresión. Los poljes suelen disponer de un ponor o sumidero  por el que se produce el drenaje de las aguas estancadas, aunque en la Nava de la Cabra no existe como tal y dichas aguas fluyen con dificultad hacia el exterior del polje a través del río Bailón, que nace aquí. Se cree que mucho tiempo atrás sí que existió dicho sumidero, aunque buscando hemos encontrado que en 2012 se creo un sumidero en el propio río Bailón -ver mapa de la ruta-.

Sumidero del río Bailón - Fuente www.aristasur.com.

Sí, el río Bailón es ese que conocimos en la entrada anterior de Zuheros -échale un vistazo a dicha entrada si estás interesado en hacer una bonita ruta senderista por dicho río; también te aconsejamos que le eches un vistazo a este enlace donde se comenta dicha ruta con mucho más detalle-. Dicha senda, que en Zuheros termina, comienza aquí. Nosotros pudimos atravesar el polje y la verdad es que el entorno es especial.

Sendero del río Bailón a su paso por el polje de la Nava de la Cabra.

Disfrutando de nuestro primer polje.

Después del día campestre, nada mejor que descansar donde nos quieren, y en Cabra es así. No solo hay una, sino dos áreas de autocaravanas. La primera -ver mapa de la ruta-, que fue la nosotros utilizamos, no es más que un aparcamiento con zona habilitada para 3 autocaravanas, con todos los servicios para cargar y descargar. Se encuentra en una zona residencial junto a un auditorio y al paraje La Fuente del Río -ver mapa de la ruta-, uno de los lugares donde se recogen las aguas de lluvia infiltradas y mineralizadas del paiseje kárstico del que hemos hablado con anterioridad, por lo que resulta ser un lugar muy agradable por la frescura que aportan las aguas y lo bucólico del entorno -también vimos que había merenderos para hacer un picnic-.

Área AC Cabra I -ver mapa de la ruta-.

Lo peor del área es lo alejada que está del centro, y para llegar tendrás que caminar por lo menos 30 min. Esto lo puedes solucionar aparcando la AC en la otra área del pueblo -ver mapa de la ruta-. Está mucho más céntrica y por lo que se ve también dispone de servicios de carga y descarga -nosotros no lo sabíamos y no la usamos, pero lo haríamos si volviéramos a ir-. Cuidado que los lunes hay mercadillo aquí.

Una vez en el centro podrás visitar el Castillo de los Condes de Cabra, alguna de las muchas iglesias del municipio como la de Nuestra Sra. de la Asunción y los Ángeles, recorrer alguna de sus bellas plazas como son la del Conde de Cabra, la Plaza Vieja o la del Ayuntamiento, así como pasear por el Paseo Botánico Alcántara Romero. Hay mucho que ver, así que reserva por lo menos un día para disfrutar de este bello pueblo cordobés -ver todos los puntos en el mapa de la ruta-.

Resquicios de la fiesta de las Cruces de Mayo - Plaza Vieja de Cabra.

Como una ruta distinta por la ciudad y en consonancia con el tema geológico de esta entrada, te sugerimos que la recorras desde una vertiente distinta, buscando lo que constituye un original museo geológico. Las rocas de las construcciones de Cabra ofrecen una ventana al pasado más lejano de esta comarca y nos permiten conocer algunos seres, ya extintos, que habitaban el ancestral Mar de Thetys. Estos seres, junto con el lodo del fondo marino que los sepultó, fueron transformados en roca, conservándose sus restos durante más de 150 millones de años para posteriormente el hombre colocarlos en calles, adoquines, plazas, fuentes, columnas, retablos de iglesias o fachadas. Si quieres más información pincha aquí.

¿Ammmonite en una muralla?

Y con Cabra, dimos por concluido nuestro primer viaje al Parque Natural de la Sierras Subbéticas de Córdoba. Como siempre decimos, nos quedaron cosas que ver, rincones por descubrir, gente que conocer, bares que visitar... no importa, es la excusa perfecta para volver algún día; y será más pronto que tarde.

Y recuerda, no te creas todo lo que decimos, y no porque mintamos, sino porque podemos equivocarnos y porque nuestra intención no es convencer, sino estimular el interés por lo que decimos. Investiga, comprueba, lee, viaja y saca tus propias conclusiones, y si quieres, compártelas con nosotros en los comentarios.