Fue una escapada distinta a las que venimos haciendo habitualmente, ya que la hicimos en compañía de una buena panda de amigos. Como éramos los únicos con la casa a cuestas, decimos alojarnos en alguno de los campings de la zona, nosotros con nuestra AC, por supuesto, y el resto en un bungalow. El resultado fue un fin de semana de esos que te cargan las pilas al 100 %.
Pero antes de entrar en detalles, aquí os dejamos el mapa de nuestro viaje con los sitios visitados y los lugares de interés para que puedas situarlos:
Total de la ruta ida y vuelta 310 km.
Estuvimos barajando varias opciones de campings. Dentro del Parque Natural propiamente dicho hay tres:
- Camping La Caleta, en Las Negras, el más al norte del parque.
- Camping Tau, en San José, el más al sur.
- Camping Los Escullos, también en San José pero situado más al norte que el anterior.
Llegar es fácil, y en AC no hay problema. Así que allí nos plantamos un viernes tarde-noche en una parcela al lado del bungalow que se habían alquilado nuestros amigos, cargados de buenos manjares y muchas ganas de disfrutar de su presencia.
Empanada estilo Anita y proyecto de tortilla de patatas.
La Pilote a la sombra, que si no se derrite.
Después de una noche tranquila, el sábado amaneció pidiendo playa a gritos. Neveras, sombrillas, bocatas, manguitos, flotador, crema solar y de cabeza al agua.
Al final decidimos movernos y pasar el día en el Playazo de Rodalquilar, vecino pueblo de Las Negras también con mucho encanto y con una de las playas más grandes de todo el parque, de arena fina y rodeada de prácticamente nada en un entorno totalmente natural.
A Bruno estos días no le faltaron "titas".
Al final decidimos movernos y pasar el día en el Playazo de Rodalquilar, vecino pueblo de Las Negras también con mucho encanto y con una de las playas más grandes de todo el parque, de arena fina y rodeada de prácticamente nada en un entorno totalmente natural.
El Playazo de Rodalquilar.
Surfero tierra a dentro.
Como el tumbarse en la toalla está bien para un rato, algunos inquietos nos dispusimos a hacer una rutita por las cercanías. Si miras al mar, a la derecha puedes ver un cerro con un sendero fácilmente apreciable que lo sube. Éste nos llevó hasta la cala del Carnaje por un camino fácil -siempre que no vallas en chanclas, ¿verdad María?-.
Cala del Carnaje.
El ruta sirve para darte cuenta de los orígenes volcánicos de estas tierras y de lo cerdos que son algunos seres humanos -perdonadnos por calificarlos como seres humanos-. La cala es pedregosa y de difícil baño si no es con calzado, pero lo que clama al cielo es la cantidad de basura que atesora. Desperdicios tirados al mar y que evidentemente éste desecha. Como es una zona de difícil acceso, el ayuntamiento ni se molesta en limpiarla. Pero ¡¡ojo!! la culpa no es de las administraciones si no de quien se olvida de que eso no lo haría en su casa. Así que este es el resultado.
Cala del Carnaje - Rodalquilar - Mayo de 2014.
Lamentable. No hay otra palabra para definir esto. Y pena, mucha pena. Pero es la realidad y a veces no todo es bonito ni precioso cuando viajas. De hecho, esto es bastante común -si viajáis a menudo lo sabes-. Lo que ocurre es que este tipo de imágenes no venden y no las encontrarás en ningún folleto turístico del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, y por supuesto de ningún otro sitio. Encontrarás otras como estas que te reconfortan un poco más.
Fin de la ruta con toda la rambla del Playazo al fondo.
Una morita muy moderna y guapa que andaba por allí - Foto Fco. Liceras.
Los cuatro valientes - Foto Fco. Liceras.
Las dos últimas fotos son de nuestro amigo Fco. Liceras, más conocido como Lice pero al que le gusta que le llamen Paco -cosa que no va a conseguir-, excelente fotógrafo y mejor persona, y que en parte tiene mucha culpa de que el gusanillo de la fotografía empiece a recorrernos las tripas. Gracias por tu amistad y tus sabios consejos MAESTRO.
Después de una caminata a pleno sol, hidratarse es superimportante. Si es con cerveza bien fría mejor que mejor. Si a eso le acompañas unas patatas fritas con un mejillón encima, y encima dispones de la mejor compañía del mundo, pensarás que estás en el cielo -y en cierto modo es verdad-.
El amor entre la patata y el mejillón es bien conocido por nuestra amiga Eli.
La tarde la pasamos en el pueblo de Las Negras, pequeño pero con cierto encanto, tomando café, paseando, chupando un pirulo... lo normal, pero todo muy relajadamente.
El día lo vimos terminar en la playa del camping, más conocida como cala del Cuervo, playa de pequeñas piedras que no es de las mejores del parque natural. Aquí, también hay que decir que la limpieza de la playa dejaba mucho que desear y en este caso el acceso para su limpieza no es el problema. Aún así, pudimos disfrutar de la hora azul.
El fin de semana lo acabamos en la cala de la Media Luna, playa muy cercana a la archiconocida playa de Mónsul -ver mapa de la ruta-. El acceso desde el pueblo de San José es por un camino que en verano incluso cierran por la aglomeración de gente que se produce en la zona, no en vano da acceso a la consabida playa de Mónsul y la no menos conocida de Genoveses. Fuera de temporada alta, no hay esos problemas. Además, se puede aparcar en un parking cercano -ver mapa de la ruta-; pero nada de pernoctar en la AC por aquí, ya sabes, estamos en un Parque Natural -lo mejor es buscar una población para ello-.
Pequeño punto blanco palido - Parking de Mónsul.
En este paraje echamos otro día de playa curioso. Además, la rutita a pie que hicimos en esta ocasión también nos aporto muy buenas vistas y mejores fotos. Empieza a ser esto una buena costumbre.
Cala de la Media Luna con Cabo de Gata al fondo.
Algún día podrá decir que con dos años vio el Cabo de Gata desde una perspectiva inmejorable.
El cazador cazado - Cabo de Gato al fondo.
Vecina playa de Mónsul - Foto Fco. Liceras.
Estas últimas fotos resumen muy bien la esencia de este viaje. Libertad, relax, paz interior, cruda belleza, son algunas de las sensaciones con los que nos vinimos para casa. Encantados de pasar este buen fin de semana con nuestros amigos, el cual esperamos no tarde mucho en volver a repetirse, ¿verdad?
Y recuerda, no te creas todo lo que decimos, y no porque mintamos, sino porque podemos equivocarnos y porque nuestra intención no es convencer, sino estimular el interés por lo que decimos. Investiga, comprueba, lee, viaja y saca tus propias conclusiones, y si quieres, compártelas con nosotros en los comentarios.
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