martes, 16 de diciembre de 2014

Martes Santo sevillano

Esta entrada se la quiero dedicar a nuestro compañero de Martes Santo, a mi amigo Salva, sevillano, capillitas y un tío como Dios manda. Me encanta disfrutar de la Semana Santa de tu ciudad contigo, por lo buena gente que eres y porque tenemos los mismos gustos, aunque tu conoces mejores bares que yo, jajaja. Ya llevamos dos años y espero que esto se convierta en tradición, a la que podamos unir algún día a los peques y que así se empapen de esta locura con nosotros. Un abrazo grande.
                                             

Tras un Lunes Santo cordobés glorioso (pincha aquí para leer la entrada correspondiente), el Martes Santo de esta Semana Santa de 2014 prometía grandes cosas también. En este caso decidimos cambiar de ciudad y desplazarnos a Sevilla. Aquí pongo el mapa de la ruta completa para que te sitúes:


Nos levantamos y preparamos todo para la marcha, pagamos el parking donde dormimos como los ángeles, y carretera y manta para Sevilla.

Lo primero que teníamos que solucionar era el tema de la pernocta. En Sevilla, por lo último que he leído, se están poniendo bastante quisquillosos con la pernocta libre en esta ciudad -por lo visto han aprobado una ordenanza municipal que la restringe bastante, no sé los detalles-. Además, en estas fechas, donde la ciudad está en temporada alta, el tema de aparcar algo de más de 7m ya os digo yo que resulta un poco complicado. Solución, buscar algún área o parking que lo permita, y en Sevilla tenemos varias opciones como puedes ver en la web www.areasac.es.

Yo te voy a hablar de la que elegimos y conozco que es el área de Sevilla centro. Lo de centro es un decir. La que pilla más cerca del centro vale, pero de centro nada. Situada en zona portuaria, muy cerca del recinto ferial -lo que no es mala opción si alguna vez te decides a visitar la famosa Feria de Abril sevillana-. Ahora bien, para llegar hasta ella, hay que atravesar una amplia zona abandonada -ver mapa de la ruta-. El sitio da cierto respeto, sobretodo de noche, por eso nosotros a la vuelta de ver procesiones decidimos que un taxi nos dejara en la misma entrada. Esto no soluciona las cosas, porque desde la reja de entrada a la zona del área hasta la misma área hay otro trecho que andar. Nosotros llamamos al móvil que había apuntado por allí -607248860- y el vigilante del área vino a recogernos en coche para acercarnos hasta el área, lo que agradecimos por lo oscuro de la zona que hay que atravesar.

En lo que respecta al área, es una explanada grande, cerrada y vigilada, con todos los servicios incluido wifi gratis, que nos costó 11€ la noche -la luz se paga aparte si se quiere-. Se puede llenar y vaciar todo, aunque el vaciado de grises me resultó una marranería pues estaba en pendiente y todo iba a parar a la vía del tren que había al lado, lo que no es ni muy higiénico ni muy respetuoso que digamos.

Resuelto el problema de dónde pasar la noche, nos dirigimos a la parada del autobús 41 en la calle García Maroto -ver mapa de la ruta para más detalle-. Una vez subido en él puedes bajarte en el Parque de María Luisa o en la Puerta de Jerez -ver mapa de la ruta-, que es lo más cerca que te pueden dejar los autobuses del centro en Semana Santa. Para la vuelta, el autobús se coge en la misma calle y te deja en la misma calle García Maroto. Fácil.

Cuando pisas el centro de Sevilla estos días, empiezas a darte cuenta de la magnitud de masas de gente que mueve la Semana Santa en esta ciudad. Si no la conoces, es totalmente aconsejable que lleves un mapa porque te vas a perder seguro. Aún así y con el mapa, habrá momentos en los que no sepas dónde estés o sitios por los que no puedas pasar porque te hallas topado con el paso de una cofradía o con la carrera oficial, la cual parte el centro histórico de la ciudad en dos -ver mapa de la ruta-. Pero tranquilos, con calma y preguntando a los muchos sevillanos que os encontraréis, se llega a todos sitios. Eso sí, tardarás tiempo, ya que el centro histórico de Sevilla es enorme. Lo que no hay es que agobiarse, simplemente disfrutar del ambiente y empaparse.

La nómina de hermandades de ese día es amplia -8 en total-, y verlas todas es casi tarea imposible por la duración de los cortejos y lo extenso de la zona por la que se mueven todas las hermandades, ya que esto no es Córdoba. Aquí, encontrar hermandades con más de 1000 nazarenos es lo más normal del mundo, lo que supone un tiempo de paso de no menos de 45 min o 1 h por cortejo -tirando por lo bajo-. Entre medias tienes que descansar, sentarte y tomar fuerzas donde sea, porque si no no llegarás a la noche, la cual también tiene su encanto. Yo aconsejo descargarse el Llamador en pdf y previamente hacer una pequeña preparación de lo que crees que es irrenunciable ver. De ahí sacarás mucha información de las hermandades, su recorrido, datos de interés y horarios aproximados. Eso lo tendrás que completar en directo escuchando El Llamador de Canal Sur Radio -verás que muchos sevillanos lo hacen y te los encontrarás con cascos por todos lados-, programa sobre cofradías por excelencia de la parrilla radiofónica sevillana, en el cual te informarán en directo de retrasos de hermandades e incidencias del día, que casi siempre las hay. Si eres asiduo de las redes sociales, Twitter también funciona muy bien si sabes qué cuentas seguir (p.e. @elllamadorcsr y @SSantaTV).

Por tanto, la disposición del día es la que sigue:


Horarios e itinerarios del Martes Santo sevillano 2014.

Desde las 12h. ya había hermandades en la calle camino de la catedral hasta casi las 4h. de la mañana, por lo que hay tiempo para moverse por Sevilla y disfrutar de su Martes Santo. Como íbamos con buena hora, paramos a comer algo por la inmediaciones de la Puerta de Jerez y esperar a que llegara El Cerro del Águila, la primera del día y que pasaría por allí. Para tomar algo o comer no tendréis problemas en Sevilla ya que está literalmente plagada de bares por todos sitios. Busca los que tengan el cartel de Cruzcampo en la puerta, porque eso te indicará que es una taberna y comerás más o menos bien y no excesivamente caro -Sevilla no es una ciudad de bares caros pero sí el casco histórico donde hay que tener cuidado-. No recuerdo el nombre del bar donde comimos, pero sí que comimos bien, sentados y que estaba en el Arco del Postigo del aceite -ver mapa de la ruta-, una de las puertas de entrada a la antigua ciudad de Sevilla y uno de los sitios señeros para ver cofradías. De ahí nos dirigimos a las inmediaciones de la Plaza de la Contratación para ver pasar al Cerro por la calle Miguel Mañara, de la cual había oído hablar muy bien por ser la muralla del Alcázar de Sevilla su telón de fondo. Como llegamos con tiempo, aprovechamos para tomar café y el primer gin-tonic de rigor en la terraza del Hotel Toc de la C/ Miguel Mañara -ver mapa de la ruta-. El sitio fue un acierto, ya que aprovechamos los sofás de la terraza para descansar la comida -no hay que desmerecer cualquier oportunidad para reponer fuerzas-.

Que mal se le ve a mi compañero de fatigas.

Dos capillitas motivados.

Cristo del Desamparo y Abandono en su precioso paso de caoba y plata por la Pl. de la Contratación.

Trasera del Sr. del Cerro girando hacia la C/ Miguel Mañara.

Nuestra Sra. de los Dolores del Cerro en su 25º aniversario de la primera estación de penitencia.

Como el año anterior, habíamos quedado para ver cofradías con nuestro amigo Salva -al que dedico gustosamente esta entrada-. Aprovechando que Los Estudiantes andaban cerca, decidimos quedar por la Puerta de Jerez y así matar dos pájaros de un tiro.

La foto es mala pero es la única en la que salimos los tres.

Su Cristo, del famoso Juan de Mesa, escultor también del Cristo del Gran Poder, es una de las joyas del barroco andaluz y no podéis dejar de verlo aunque sea de lejos. Va sin música.

Cristo de la Buena Muerte de Los Estudiantes por la Puerta de Jerez.

Aprovechando la foto anterior quiero contarte el porqué de la expresión que escucharás al capataz de cualquier paso en Sevilla -y en muchas partes de Andalucía- cuando llama a sus costaleros a hacer la "levantá" del mismo: "AL CIELO". No puedo dar fechas porque no las sé, pero en Sevilla, antes del moderno tranvía que hay ahora, había otro más antiguo. Bien es sabido el afán de todo hombre por hacer las cosas lo mejor posible y destacar con respecto al resto, y los sevillanos no iban a ser menos. Así, una Semana Santa cualquiera del siglo pasado, algún capataz dijo algo así: "esta levantá va hasta los cables" -del tranvía, se supone-. Alguien, de manera muy certera, le rectificó y le dijo: "no, a los cables no, AL CIELO". Y así se quedó.


Ejemplo de "levantá" sevillana.

Por la hora que era ya -sobre las 18h. de la tarde-, había que tomar decisiones. Programa en mano vemos que San Esteban estará entrando en carrera oficial -descartada-; Los Javieres saliendo -pero nos pillan en la otra punta de la ciudad-; La Candelaria nos pillaba mejor, pero sale del barrio de Santa Cruz y eso es una ratonera, así que decidimos ir en busca de San Benito, otra de las imprescindibles del día. Desde donde estamos hasta donde se supone que estaría el cortejo -la Puerta de Carmona o calle Muro de los Navarros más o menos- hay un paseo, 20 min por lo menos, pero se hace agradable por los Jardines de Murillo, otro de los lugares imprescindibles del día con la vuelta de La Candelaria por ellos de noche. Al llegar a la Puerta de Carmona, bulla de las grandes, esperable por otra parte porque esta cofradía mueve muchísima gente y este sitio tiene cierta amplitud. Además "el Pilatos", como se conoce al primer paso de esta hermandad, ya ha pasado. Así que, cruzamos el tapón como podemos e intentamos ir a buscarlo por donde esté, que será por la C/ Santiago, otra de las calles a las que le tenía ganas por su estrechez. La cosa se antoja complicada, pero lo intentamos. Al final, lo conseguimos y nos colocamos pegados a la pared detrás de una mujer en una estrecha cera, casi como sardinas en lata, pero con un sitio excepcional. Está la cosa tan estrecha que Salva se tiene que quedar en la acera de enfrente porque no cabe. Al final, nos hacemos hueco como podemos y el sitio resulta ser un acierto, ya que estamos justo al lado de la sede canónica de la hermandad del Beso de Judas, la cual hizo estación de penitencia el día anterior, y eso es sinónimo de que aquí los pasos se van a lucir más. La llegada del Pilatos nos deja estupefactos.

Nuestro Padre Jesús en su Presentación al pueblo ante Pilatos, por C/ Santiago.

Quizás sea uno de los pasos de misterio sevillanos que más me gusta cómo va, con ese andar tan trianero. Y es que en Triana se anda de otra forma, más alegre, con más izquierdo. Si a eso le sumas la estrechez del sitio, la luz del sol que entraba por la calle Lanza inundando ese precioso paso dorado con la escenografía que pensó el prolijo Antonio Castillo Lastrucci y escuchando los sones de la Agrupación Musical de la Encarnación, miel sobre hojuelas, no se puede pedir más. Solo por ese momento, que apenas duró 10 min., mereció la pena el viaje. ¡Con qué poco me conformo y qué fácil es hacerme feliz! Aquí os dejo este vídeo que atestigua lo que digo y que para mí es una joya.




Este vídeo se lo habré puesto a Bruno 50 veces por lo menos, y todavía le sigue gustando.

No es el único paso de Cristo de esta hermandad, pues es de las raras cofradías con tres pasos. Después le sigue el Cristo de la Sangre, precioso crucificado de Fco. Buiza y el palio de la Virgen de la Encarnación para rematar. Casi hora y media para verlo todo, pero sarna con gusto no pica.

Una foto publicada por Juan Luis Dueñas (@juanluisdufer) el

Nuestra Sra. de la Encarnación, por la Iglesia de Santiago.

San Benito nos dejó impresionados, pero también reventados de tanto tiempo parados y de pie, y eso se arregla moviéndose y sentándose a tomar algo en algún sitio. De camino al centro, pasamos por el Galorchi -ver mapa de la ruta-, y allí nos paramos a propuesta de Salva. El bar no deja indiferente a nadie, por su decoración tan excéntrica y a la vez cofrade. Un poco... bastante hortera para mi gusto, pero curioso al fin y al cabo -no tengo fotos, pero puedes echarle un vistazo a esta galería de fotos que hay por Internet, lo vas a flipar que eso pueda ser un bar-. Su copa estrella es la "sangre de Cristo", imagínate: mezcla de whisky, granadina, cava y mucho hielo. Nosotros nos decantamos por el más semanasantero gin-tonic y el ratito sentados nos vino de lujo.

Tras el descanso, la noche estaba haciendo aparición, y eso en Sevilla y en Semana Santa es sinónimo de belleza. El ambiente cambia totalmente, y los pasos se ven de otra forma, ni mejor ni peor, solo distinto. A esa hora, cerca de las 20h. de la tarde, las 8 hermandades están en la calle, bien buscando carrera oficial o saliendo de ella, lo que hace que andar por el centro de Sevilla sea un completo caos. Nunca he visto más gente en mi vida. Hay cofradías por todos sitios, y las bullas son lo más normal del mundo. Nosotros, valientes, nos metimos en todo el follón y la verdad es que hubo momentos de bastante desconcierto a pesar de la experiencia. Para otra vez y para los no iniciados aconsejo dejar estas horas de la tarde/noche para descansar y reponer fuerzas por alguno de los muchos bares más alejados de carrera oficial y así esperar a que las hermandades vayan cogiendo cada una su camino de vuelta y la gente se vaya dispersando, ya que a medida que pasan las horas el trasiego de personas va disminuyendo considerablemente. Aunque no pienses que estarás solo por muy tarde que sea, siempre habrá "jartibles" como nosotros viendo cofradías.

Al final, pudimos encontrar un hueco en la C/ Jesús de las Tres Caídas para ver pasar a San Esteban, muy cerca de la Plaza de la Alfalfa, zona caliente de este Martes Santo por ser paso de Los Javieres anteriormente y San Benito posteriormente ya de vuelta además de San Esteban. Hay muchos bares por la zona, así que no tendrás problemas como nosotros para comprar unos serranitos y unas cervezas y esperar a los pasos. A esa hora, las fuerzas empiezan a flaquear, y ya vas viendo cómo la gente empieza a montar sus parcelitas con sillitas que los chinos venden por poco más de 5 €, o incluso sentados en el suelo. Esto entorpece todavía más el tránsito de gente, por lo que al desplazarse hay que tomárselo con tranquilidad. Nosotros no íbamos a ser menos y allí que nos plantamos con nuestros bocatas y nuestras sillitas a esperar a San Esteban, otra de las hermandades que más gente mueve este día, aunque venida a menos para mi gusto tras la ausencia de la Agrupación Musical Nuestra Sra. de los Reyes tras el paso de Cristo.

Anónima imagen de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, por C/ Jesús de las Tres Caídas.

Como te habrás dado cuenta, mi predilección son los pasos de Cristo. Y es que uno siempre será costalero del Señor.

Tras el paso de San Esteban, sin pena ni gloria todo hay que decirlo, nos fuimos a buscar a Los Javieres allá por C/ Feria, ya cerca de su recogida -qué gusto callejear por Sevilla-. Esta era una hermandad que no recuerdo haber visto nunca en ninguno de mis otros Martes Santos sevillanos, no al menos tan bien como la vimos esta vez, y tengo que decir que me encantó. La pillamos por C/ Feria, a la altura de la Plaza de Montesión, muy cerca ya de la Parroquia de Omnium Sanctorum donde se recoge, es decir, ya en su barrio, y fue precioso. Además, no es una cofradía muy bulliciosa, por lo que la verás sin apretujones. El Cristo de las Almas es un soberbio crucificado que va sin música, lo que le da un toque romántico. Además, pudimos escuchar cómo le dedicaban una saeta, lo que junto a la luz anaranjada de las farolas y el intenso olor a incienso, propició un momento emocionante. ¡¡Qué pena tener ya la cámara sin batería!! En mis recuerdos queda.

Eran más de las 23h. de la noche de este Martes Santo que estaba siendo pletórico pero que pronto tocaría a su fin, y ya nos dimos cuenta que iba a ser imposible ver las tres cofradías que nos quedaban. Santa Cruz está muy pocas horas en la calle, por lo que la descartamos con pena. Recomiendo fervientemente verla de vuelta, a la salida de la carrera oficial por su barrio, el barrio de Santa Cruz; es poco tiempo, porque su recogida está muy cerca de la catedral, pero es toda una experiencia ver esta hermandad de noche por los alrededores del Alcázar.

Hermandad de Santa Cruz a la salida de la Catedral, C/ Mateos Gago - Martes Santo 2009.

La penúltima del día, el Dulce Nombre o como se conoce más coloquialmente, La Bofetá, es otro de esos pasos de misterio que no dejan indiferente a nadie, ya que es el único misterio en toda la Semana Santa sevillana que presenta su Cristo, Jesús ante Anás, de espaldas en la delantera del paso. Aconsejo verla a su vuelta por su barrio, en cualquier esquina cerca de la plaza de San Lorenzo, aunque ten en cuenta que eso será tarde ya que se recoge cerca de las 4h. de la mañana. Nosotros, sintiéndolo mucho, lo dejamos para otro año.

La Bofetá saliendo desde la Plaza de San Lorenzo. Fuente http://www.lascigarreras.net.

Las fuerzas ya escaseaban e iba siendo hora de ir cerrando este espectacular Martes Santo. Descartadas Santa Cruz y el Dulce Nombre, quedaba La Candelaria. Esta hermandad es una de esas cofradías que tiene multitud de sitios donde verla, ya que su recorrido es de los más bonitos de toda la Semana Santa sevillana. Sale del barrio de Santa Cruz, quizás el barrio con más encanto de toda Sevilla por la estrechez de sus calles y la solera de sus edificios y plazas. El problema es que hay que conocérselo bien para no perderse e irse con tiempo para pillar sitio si eres de los que te cuesta avanzar entre grandes masas de gente. Yo aconsejo verla de vuelta. Si quieres verla en espacios más abiertos, los Jardines de Murillo son ideales. Nosotros este año decimos volver al mismo sitio donde vimos al Cerro -nuestra primera hermandad del día-, es decir, la Plaza de la Contratación. La elección fue acertada ya que la plaza estaba bastante liberada de gente y pudimos regocijarnos viendo el paso de la talla de Nuestro Padre Jesús de la Salud acompañado espléndidamente por la banda de cornetas y tambores del Cristo de las Tres Caídas, para mi gusto, la mejor banda de cornetas y tambores que hay. La talla es anónima aunque atribuida a Fco. de Ocampo y su principal peculiaridad es que tiene tallada la túnica. Otra joya más del barroco sevillano.

Nuestro Padre Jesús de la Salud - Fuente http://siervodetusdolores.blogspot.com.es/.

Tras ver el paso de la Virgen de la Candelaria, aprovechamos para tomar algo con Jose y Silvia, otros amigos muy cofrades con los que he vivido intensamente muchas semanas santas sevillanas.

Taxi de vuelta a la AC y a la cama sobre las 3 de la mañana. ¡¡Qué "reventaera" por Dios!! Pero no conozco "reventaera" con más gusto que ésta.

El Miércoles Santo prometía ser "granaíno", pero al final las cosas se torcieron y lo dejamos para otro año. Gracias a ello pude disfrutar de familia, amigos, y pude llevar a Bruno a ver tronos a Vélez-Málaga, localidad malagueña con una gran Semana Santa pero de la que hablaré en otra ocasión. La Semana Santa fue parte importante en mi infancia que también quiero que lo sea de mi hijo.


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